Muchas veces la vida no nos alcanza para hacernos sopita y guisado, así que descubrimos una gran opción para esa ocasiones en las que andamos a las carreras: Hot Pockets.
Con solo un par de minutos en el horno de microondas, más otros dos de reposo, los Hot Pockets quedan listos y son una delicia para el paladar. Nosotros probamos los de albóndigas con mozzarella; no saben lo rico del queso derretido y la calidad de la carne. Chu-la-da.
También se pueden hacer en freidora de aire o en estufa convencional, además los puedes mantener congelados el tiempo que necesites hasta que te llegue ese antojo o simplemente quieras comer algo sano sin invertir tanto tiempo.
Así que recuerda, los Hot Pockets son una gran opción para esas veces en que las prisas te ganan, un gran producto reducido en grasa y con alto nivel nutricional.

