La gastronomía de la CDMX está de manteles largos con la llegada de Ichikani a Artz Pedregal, el segundo restaurante en la capital con este concepto asiático ideal para cualquier momento. Casual, chic y auténtico, como nos gusta.
Ichikani ya era uno de los favoritos por su experiencia integral: sabor, estética y atención. Por eso, este “hermanito” se suma a los ya establecidos en Arcos Bosques, Monterrey y Madrid. Todos con el mismo sello de calidad. Y ahora sí, va lo que vivimos.
Desde la entrada, el lugar enamora. Cada detalle en la ambientación te desconecta del caos chilango y te transporta a un espacio acogedor. Si eres fan del diseño interior, aquí vas a querer tomar foto de cada rincón.
Mientras explorábamos el lugar, nos echamos un clavado a la carta. Aunque los hand rolls son los más recomendados, decidimos arrancar con un Miami roll y unas gyozas de pato.

Gran decisión. Tan buena que hasta un par de vecinos nos preguntaron qué habíamos pedido. Y es que otra de las fortalezas de Ichikani es lo visual: esos platillos que te hacen dudar si comértelos o enmarcarlos.
Después vinieron los hand rolls: magic mushroom, Ichikani y negitoro. Una joya. Estos taquitos de sushi combinan frescura con sabores que sorprenden bocado tras bocado.

También pedimos un Bibimbaup, y pfff, fue mi favorito. Un bowl de arroz coreano caliente con un toque dulce, que acompañé con camarón y rib eye. Volvería solo por él. Sin pensarla.

De tomar, arrancamos tranqui con agua mineral, pero en la comida nos animamos con dos tragos: el Amaterasu y el Violeta Gin. Punto extra para la coctelería: equilibrada, vistosa y bien pensada para acompañar la comida.
Y claro, no nos íbamos a ir sin postre. La torre de seis leches de chocolate fue la recomendación estrella. Su preparación en mesa es un mini show. La comes con los ojos antes que con la cuchara. Un cierre digno.

El servicio, como siempre, de primera: atentos, amables y con respuestas para todo. Da gusto cuando el personal no solo sabe lo que vende, sino que lo disfruta.
Si eres de los que no se conforman con comer rico, sino que buscan lugares que se sientan como una experiencia completa —acogedora, deliciosa e instagrameable— entonces Ichikani debe estar apuntado desde ahorita en tus restaurantes próximos a visitar.






