Una vez un compadre me recomendó The Bear. Sus palabras textuales fueron «Mientras estas viendo la serie sientes la presión de todos los personajes todo el tiempo».
Al poco tiempo en un fin de semana de Star + & Chill con mi novia nos devoramos la serie y quedamos fascinados con la trama, los dramas y lo estresante que es estar al frente de un negocio. El querer ser el mejor. Y obviamente, nos quedamos con ganas de la segunda temporada. Hace una semana se estrenó en latinoamérica. Otro fin de semana de estar en casa viendo series. Y valió cada segundo.
La vida siempre está en movimiento
La primera temporada nos deja con un agradable final donde Carmy (Jeremy Allen White) encuentra el dinero de su hermano y decide un cambio completo para el restaurante colocando nuevos cimientos en la cocina de chicago.
The Beef dejará de existir para convertirse en The Bear en menos de 6 semanas.

¿Podrán con el reto? Aquí podemos notar a un Carmy que ya hizo las paces con algunos fantasmas internos del pasado (todos debidos a problemas familiares bien gruesos) e intenta hacer un reset de su historia, dándose paso a sentir y disfrutar por una vez en su vida e intentando llevar un balance en el mundo laboral con la personal.

A través de estos 10 episodios nos muestran a un equipo que tiene ganas de aprender de sus errores del pasado para ser en esta ocasión los mejores para la gran inauguración. El desarrollo de los personajes secundarios es fantástico. A cada uno se le otorgan bastantes minutos en algún capítulo y nos deleita con sus historias de vida. Puede que llegues a encariñarte de más de uno de ellos.
Every Second Counts!
Pero obviamente no todo es miel sobre hojuelas. Todo lo contrario, el tiempo va comiéndolos ya que le deben al Tío que les ha estado echando paro con el flujo de dinero al restaurante desde The Beef. Y ahora Carmy a parte de deber la deuda de su hermano se engancha con otro medio melón de dólares, con la promesa de pagar todo en menos de 18 meses o perderá el restaurante.

Ah, y Sidney (Ayo Edebiri) quiere por lo menos una estrella michelin.
Y aquí es donde regresamos al estrés que nos hizo sentir la primera temporada a través de cada episodio. Porque no es nada fácil armar algo con un deadline tan corto y que todo funcione correctamente. Y ahora la serie no se va a enfocar tanto en la comida (Esas escenas tendrán un valor intrínseco), pero lograremos ver el desarrollo de cada personaje desde otro ángulo muy divertido, enriquecedor y emotivo.

Desde problemas de moho en las superficies, elegir un menú nuevo, aprobar los miles de examenes para poder volver a funcionar, elegir mobiliario, capacitar a los empleados para que su trabajo sea el mejor y un sin fin de tareas, la serie nos va a traer de aquí para allá contándonos historias con un ritmo excelente y pulido.

Las historias de vida en la serie son muy lindas.
Tenía rato que no veía las historias de personajes secundarios tan desarrolladas en un corto periodo de tiempo. Y aquí en The Bear se nos muestra un pedacito de la vida de cada persona del restaurante. Sus miedos, inseguridades, dudas, indecisiones hacen el match perfecto para contarte unas historias a través del ojo de cada uno de ellos que te harán sentir empatía con sus vidas.

Esto no sería posible sin la perfecta actuación del elenco. Richard (Ebon Moss Bachrach), Sidney (Ayo Edebiri) y Marcus (L-Boy) se llevaron nuestro corazón en esta segunda temporada. Pero todos, creánme todos están sumamente bien desarrollados.

El presente convive con el pasado por parte de cada uno de los personajes. ¿Cómo olvidar el pasado y seguir adelante? ¿Cómo hacerlo si por donde mires tu vida está llena de mierda? Las relaciones sociales que tiene cada uno de estos integrantes son bastante difíficles y necesitan hacer las paces consigo mismo. Un tema, que en mi opinión se toca y se desarrolla de manera increíble. Cada episodio viene acompañado de un soundtrack bastante atractivo en el que cada rola queda en el momento adecuado.
Todo esto se toca mientras tienen el tiempo encima por abrir el restaurante y que todo salga bien con la gran inauguración. Cosa que no les voy a contar porque esta reseña va ¡Sin Spoilers!
¿Qué pedo con el episodio seis y siete? Obras maestras.
Y es que el episodio seis aparte de ser una pasarela de estrellas en escena (figuras como Jamie lee Curtis y Bob Odenkirk están en este capítulo) es uno de los más tensos que tiene la segunda temporada. Pocas series o películas me han hecho sentir así de incomodo (Marriage Story es una de ellas) en el sentido de que puedes sentir la presión del ambiente y lo cabrón que se ponen a veces las cosas con gente que queremos.

¿Y qué te digo del episodio siete? No me esperaba un cambio tan grande en uno de los personajes más odiados/queridos de la primera temporada. Creo que con estos dos capítulos The Bear se gana el premio a la mejor serie del año. Están tan finamente detallados que disfrutas cada segundo.
Calificación:
La segunda temporada de The Bear es exquisita. Sumamente detallada, dialogos pulidos, escenas de tensión, drama, romance, sentimientos a flor de piel. Christopher Storer la volvió a romper dejándonos con ganas de más. Esperamos que nunca deje de fluir esta gran obra de arte y que la tercera temporada ya esté en puerta aunque no haya noticias de ello.
Nosotros vamos a querer seguir conociendo las historias de The Bear cada año. Let it Rip!
