Hay veces en la vida que los caminos se separan por un rato… Y así fue para esta bandota regiomontana que estuvo fuera de los reflectores y escenarios por casi más de dos años.
Nosotros ya los topábamos de tiempo atrás, un grupo de chicos en sus 20´s que se abrían paso gracias a su talento, frescura y ritmos. La oportunidad de verlos en algún escenario pronto se había desvanecido por problemas de la banda. Cosas gruesas en las que uno se tiene que tomar el tiempo para arreglar su futuro.
Y aquí es donde o renaces o te mueres. Y más en la escena musical. Estos vatos optaron por la primera opción.
Llegamos al Fuck Off Room (no pudo haber un mejor venue para ellos) temprano con las ganas de vivir la fiesta del regreso de estos muchachos. El público se hizo presente desde una hora antes formaditos para entrar. ¿El venue? demasiado íntimo. Acá en Teiki DC amamos los venues que le dan esa conexión al público y al artista: sin barreras. Este es uno de ellos. ¿La gente? muy variada. Desde morros de 20 con sus amigos, novias o solos y hasta banda de 30 o más disfrutando el pre antes del evento. El talento de estos muchachos convocó a dos generaciones o más.
Un par de chelas para esperarlos y encontramos lugar cerca del lado derecho hasta en frente. Se hicieron sonar rolas de varias bandas de rock antes del incio. Un apagón de luz y un video aparecé en la pared. Es su nuevo sencillo llamado «Día Uno» que habían estrenado horas antes. Un apagón más y se hicieron presentes. DRIMS había regresado a la Ciudad de México.
Saturno fue la rola con la que iniciaron la fiesta. El público estaba encantado, no paraban de cantar, bailar y disfrutar las canciones. La energía se sentía en todo el lugar, el calor comenzaba a hacerrnos sudar de tanta gente moviéndose al mismo tiempo.
DRIMS arroja magia en el escenario. Alex no para de bailar, de moverse, de sentir las letras y música de sus rolas. Armando tiene un excelente talento para el bajo y su aura mística le da un toque bastante peculiar. Andrik pone a bailar a todos con los sintetizadores y coros de las rolas. Es una fiestota, ¿Yo? Super feliz.
El toque que tienen estos muchachos se deja ver en los fans. Un montón de morros, morras, morrxs viviendo el momento y apoyando a su banda favorita. Y el Fuck Off Room es un venue perfecto para la interacción de ambos lados del escenario. Se nota el amor y dedicación que la banda le ha puesto a su música, pero también destaca el público que es súper entregado. La energia fluye por ambos lados, la banda interactuaba con sus fans a cada rato. Cuando observas a todos coreando sus canciones y bailando hasta el cansancio, te das cuenta que ese amor por la banda no es actuado.
Los DRIMS lo dieron todo en el escenario. «Su nuevo comienzo» dice Alex en una pausa donde está secándose el sudor después de deleitarnos con un chingo de pasos de baile improvisados. Y así es. Estos regios tienen todo el talento para tener un nuevo comienzo. Un nuevo futuro dentro de los escenarios y la escena musical.
El Setlist fueron 13 canciones que acá les dejamos. Terminamos el show cansados de tanto disfrutar pero contentos. La fiesta había terminado, un poco de más interacción con la banda, y el telón del Fuck Off Room fue cerrado.
DRIMS se encuentra disponible en todas las plataformas musicales. Les recomendamos su música al 100%. Es una bandota que tiene muy buena música, buenas rolas y grandes artistas.
Pronto tendremos una pequeña entrevista con ellos en Instagram y Tiktok.
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