La nueva actualización del RPG de fantasía espacial Honkai: Star Rail llega este 8 de mayo, la versión 2.2 llamada «Despierta, solo para llorar» marca el final de las aventuras en Colonipenal y el término de las celebraciones por el primer aniversario del juego que, en el 2023, ganó el Mejor Juego del Año de la App Store, el premio al Mejor Juego de Google Play, así como el premio al Mejor Juego Móvil de The Game Awards.
Para este festejo se organizó un concierto el pasado 1 de mayo, repasando los momentos del romántico viaje por el cosmos del último año con música maravillosa, tocando éxitos y temas consentidos del público como «Take the Journey«, «Wildfire«, «If I can stop a one heart from breaking«, entre otras melodías. Aquí te dejamos el concierto para que lo aprecies:
En esta nueva versión 2.2 llegan los esperados nuevos personajes, Robin y Boothill, los nuevos Paisajes Oniricos, incluyendo Arrecife Flujosueño, Momento de la Arena Ardiente y Gran Teatro de Colonipenal.
Sabemos que Robin (personaje de 5 estrellas) proviene de Colonipenal y es una cantante galácticamente famosa entre los aureolianos, cuando muestra su hermosa voz durante su habilidad definitiva, entra en un estado de «Concierto» y canta una canción inspiradora.
Los aliados «inspirados» por este estado, actúan de inmediato y también reciben bonificaciones de combate, cuando este en el estado de concierto, cada vez que un aliado de equipo ataca al enemigo, Robin causará daño adicional al enemigo además tiene la habilidad de inmunidad a estados negativos de control.
Por su parte, el «Vigilante de la Galaxia» Boothill es un vaquero cibernético que deambula por el cosmos con una conducta extravagante que tiene como objetivo llamar la atención de la Corporación para la Paz Interastral y así obtener su venganza.
Tiene el poder de provocar al enemigo, el daño recibido por ambas partes en el duelo también aumentará, además cada vez que un aliado destruye un objetivo de duelo o rompe su debilidad, Boothill recibe un efecto de potenciación que se puede acumular y cuando lanza su habilidad definitiva agrega una debilidad física al enemigo designado que al mismo tiempo que causa daño, también retrasa las acciones del objetivo.
No cabe duda que son dos grandes personajes que no puedes dejar pasar y debes tener de tu lado.
Un amigo cumplió años y con la excusa de invitarlo a comer antes de la fiesta nos lanzamos a conocer Animal St Regis, un restaurante en el Lobby del hotel que define la propuesta entre buen gusto, sabor y experiencia como algo extraordinario.
Animal es un lugar en el que te la pasaras chido. Desde el minuto que entras la atmosfera que transmite es relajante. Ideal para pasar una date con tu pareja, conquista, lo que sea. También para ir a hablar de negocios de algún proyecto o simplemente lanzarte a comer antes de la peda con tus cuates. Es un lugar que queda bien para cualquier ocasión… Y lo mejor, la comida.
Tiene un concepto en el que podrás encontrar comida del mar y de la tierra. Por lo que es muy recomendable que en tu visita puedas a llegar a combinar lo que pidas.
En nuestro caso abrimos garganta con un tequila Casa Azul y ordenamos algo de su coctelería. Un Animal Soul y Maimara, el primero preparado con Jack Daniels y el segundo con Ginebra ambos bastante sabrosos.
Para empezar el festín ordenamos una ensalada de arugula con ejotes que estaba fresquísima, una pasta llamada Lobster Spicy Fetuccini que contenía pedacitos de langosta con salsa de tomate y queso parmesano.
De platillos fuertes para entrarle a ambas cocinas nos decidimos por un pulpo sarandeado con alioli de habanero muy sabroso y un delmonico salvaje que eran 700 gramos de Rib Eye con adereso de ajo con mantequilla que al combinarlo con la carne le daba un sabor diferente, muy rico.
El termino en el que ordenamos nuestro corte también estaba en su punto.
Para finalizar nuestra estancia en Animal pedimos un Monkey Cake que era un pastel de platano muy sabroso si te gusta lo dulce, si no es preferible elegir algún otro postre.
Como era el cumpleaños de mi cuate nos trajeron hasta velitas para festejarlo, puntos extras por recordar la ocasión especial por la que los visitábamos.
Animal nos encantó por la ambientación del restaurante, su atención y sus platillos. En esa ocasión los visitamos en la noche listos para comer antes de la fiesta y este lugar nos hizo entrar en ambiente para la noche que nos esperaba.
Animal se encuentra ubicado en el Lobby del Hotel St Regis en Av. P.º de la Reforma 439-Planta Baja, Cuauhtémoc, 06500 Ciudad de México, CDMX.
La atención es excelente y tanto los platillos como su coctelería están de 10′. Como lo comenté al principio, este lugar está queda bien con cualquier ocasión. Sin duda alguna regresaremos y queremos conocer sus demás sucursales.
Si quieres ver nuestra videoreseña, te dejamos el link por acá.
Un amigo nos recomendó hace tiempo que visitaramos Hotaru Lomas ya que traíamos ganas de un festín al más puro estilo nipón. Reservamos con anticipáción y nos lanzamos a conocer este lugar.
El restaurante tiene una atmosfera increíble. Al entrar al lugar eres trasladado a Japón. Nuestra reservación fue en barra en donde el Chef Arturo se presentó con nosotros y nos comentaba sobre los platillos más emblemáticos de la franquicia.
Lo cool de este lugar es que al estar en barra puedes observar como tus platillos son preparados al momento. Con insumos frescos y deliciosos, puedes charlar con los chefs para que te den una idea sobre qué ordenar y comenzar tu degustación culinaria.
Los tragos son buenísimos. Ordenamos un Amaterasu y un Carajillo para abrir garganta y estaban muy bien preparados.
Acompañamos nuestros cocteles con un par de almejas chocolatas que estaban muy sabrosas. La magia de los chefs se hace presente en cada bocado de tus platillos.
Para seguir degustando nuestra experiencia ordenamos un par de nigiris; Uno de Jurel Australiano el cuál sabía dulce, estaba muy rico. Y otro de pez mantequilla con tartufata el cual encerraba el sabor de la trufa en todo el trozo del nigiri. Quedamos impactados por el sazón tan increíble que tienen sus platillos.
Los platillos que ordenamos fueron una recomendación del Chef ya que cada mes cuentan con un menú diferente el cuál lleva nuevas opciones culinarias y es mostrado en un pizarrón en la barra.
Después de terminar con los nigiris ordenamos un Spicy Geisha Roll el cuál estaba compuesto de Salmón, jalapeño, tempura, pepino, aguacate y Tobiko. Estaba picoso sin llegar a incomodar. Nos gustó bastante.
Sin lugar a dudas el platillo que se llevo las palmas fue el Tuna Toast con Parmesano. ¡Estaba riquísimo! Este plato se elabora con pan brie, queso parmesano, atún y una vinagreta de la casa. No saben el festín que tuvieron nuestros paladares al probrar esta delicia.
Para finalizar ordenamos un postre llamado Lotus, que era pastel helado bañado de dulce de leche y crumble de Lotus. Una delicia. Te recomendamos pedir solo uno y compartirlo ya que es bastante grande la rebanada.
No nos queda duda que la franquicia Hotaru ha llegado a México para degustar el paladar de todos los que buscan una increíble experiencia culinaria que tenga que ver con la comida de Japón.
Tanto el lugar, como los platillos y el servicio es excelente. No tuvimos quejas en nuestra estadía, el personal es muy atento y agradable. Te hacen sentir como en casa.
Nosotros tenemos muchas ganas de visitar los demás restaurantes de esta cadena. Si te quieres lanzar a Hotaru Lomas está ubicado en Paseo de los Tamarindos 90, Bosques de las Lomas. Muy cerca de Masaryk.
Si andas buscando una experiencia gastronomica nipona, que no te quede duda que este es el lugar perfecto para toda ocasión. Una comida con amigos, una date o incluso una junta de negocios.
¿Te animarás a lanzarte? Si gustas ver nuestra videoreseña, te la compartimos aquí
Mochomos se está convirtiendo en uno de nuestros restaurantes favoritos en la Ciudad de México y en esta ocasión decidimos lanzarnos a la sucursal de Arcos, que apenas lleva abierta unos meses, ubicada en el corazón de Bosques de las Lomas.
Una de la cosas que nos gusta de Mochomos es que es ideal para cualquier compañía, igual puedes ir con amigos, que con la familia o planear una date; queda de lujo para cualquier ocasión y el restaurante de Arcos no fue la excepción.
Como no conocíamos esta sucursal, pusimos especial atención en los detalles: la luz, la ambientación, el espacio entre mesas, todo nos gustó, en específico la terraza, que sin ser como tal, al aire libre, sí ofrece un espacio diferente.
Cabe destacar que cuenta con salones privados y una área especial para los niños, que son atendidos en todo momento por una especialista infantil.
Ahora sí, llegó la hora de ordenar y, como ya estamos acostumbrados, la atención del servicio fue excepcional, siempre con sugerencias, resolviendo todo tipo de dudas, haciendo hincapié en las especificaciones de cada platillo. De verdad que es de 10.
Para la entrada elegimos unos buñuelos de camarón, que vienen en una presentación de seis piezas, bañados en salsa de tamarindo y montados sobre queso crema. Una explosión de sabores para el paladar. Gran arranque.
También nos animamos con unas palomitas de cerdo acompañadas de un dúo de aderezo de queso de cabra con una salsa de chiles secos con cerveza, ideal para picar y abrir apetito, en lo que buscamos las bebidas y platos fuertes.
Para tomar nos llamó la atención el Mojito Pamma y el Spicy Mango. El primero cuenta con Jack Daniel’s, mix de frutos rojos, kiwi, arándano y hierbabuena; el segundo es con Don Julio 70, pulpa de mango, miel de agave, limón fresco, licor de chile y piña. Muy refrescantes los dos.
Como nos gusta ver el trabajo de mixología, nos acercamos a la barra para checar la preparación y fueron muy amables explicándonos la combinación de cada bebida.
Ya era hora de elegir los platos fuertes y, después de una larga plática con Evelyn, nuestra mesera, nos decantamos por un filete a la mantequilla, en forma de medallones en término medio, bañados con limón, ajo y una mantequilla sonorense. Nuevamente nos sorprendimos con la mezcla de sabores, una gran elección.
También ordenamos un tomahawk de puerco, que venía acompañado de mermelada de cebolla y puré de papa con chipotle y queso. Un platillo vasto, ideal para todos aquellos de buen diente.
Y como no podemos venir a Mochomos sin pedir postre, para cerrar con broche de oro pedimos la especialidad de la casa: mostachón de Nutella, acompañado de café para finalizar con esta fiesta culinaria.
Sin duda alguna Mochomos se ha posicionado en el mercado culinario como un excelente restaurante teniendo sucursales a lo largo de todo el país. Te aseguramos que si deseas pasar una velada increíble este restaurante es perfecto para ello.
¿Ya lo conoces? Si no, ¡Te invitamos a que te lances! La neta el servicio, la atención y los platillos se llevan cinco estrellas.
Una vez un compadre me recomendóThe Bear. Sus palabras textuales fueron «Mientras estas viendo la serie sientes la presión de todos los personajes todo el tiempo».
Al poco tiempo en un fin de semana de Star + & Chill con mi novia nos devoramos la serie y quedamos fascinados con la trama, los dramas y lo estresante que es estar al frente de un negocio. El querer ser el mejor. Y obviamente, nos quedamos con ganas de la segunda temporada. Hace una semana se estrenó en latinoamérica. Otro fin de semana de estar en casa viendo series. Y valió cada segundo.
La vida siempre está en movimiento
La primera temporada nos deja con un agradable final donde Carmy (Jeremy Allen White) encuentra el dinero de su hermano y decide un cambio completo para el restaurante colocando nuevos cimientos en la cocina de chicago.
The Beef dejará de existir para convertirse en The Bear en menos de 6 semanas.
¿Podrán con el reto? Aquí podemos notar a un Carmy que ya hizo las paces con algunos fantasmas internos del pasado (todos debidos a problemas familiares bien gruesos) e intenta hacer un reset de su historia, dándose paso a sentir y disfrutar por una vez en su vida e intentando llevar un balance en el mundo laboral con la personal.
A través de estos 10 episodios nos muestran a un equipo que tiene ganas de aprender de sus errores del pasado para ser en esta ocasión los mejores para la gran inauguración. El desarrollo de los personajes secundarios es fantástico. A cada uno se le otorgan bastantes minutos en algún capítulo y nos deleita con sus historias de vida. Puede que llegues a encariñarte de más de uno de ellos.
Every Second Counts!
Pero obviamente no todo es miel sobre hojuelas. Todo lo contrario, el tiempo va comiéndolos ya que le deben al Tío que les ha estado echando paro con el flujo de dinero al restaurante desde The Beef. Y ahora Carmy a parte de deber la deuda de su hermano se engancha con otro medio melón de dólares, con la promesa de pagar todo en menos de 18 meses o perderá el restaurante.
Ah, y Sidney (Ayo Edebiri) quiere por lo menos una estrella michelin.
Y aquí es donde regresamos al estrés que nos hizo sentir la primera temporada a través de cada episodio. Porque no es nada fácil armar algo con un deadline tan corto y que todo funcione correctamente. Y ahora la serie no se va a enfocar tanto en la comida (Esas escenas tendrán un valor intrínseco), pero lograremos ver el desarrollo de cada personaje desde otro ángulo muy divertido, enriquecedor y emotivo.
Desde problemas de moho en las superficies, elegir un menú nuevo, aprobar los miles de examenes para poder volver a funcionar, elegir mobiliario, capacitar a los empleados para que su trabajo sea el mejor y un sin fin de tareas, la serie nos va a traer de aquí para allá contándonos historias con un ritmo excelente y pulido.
Las historias de vida en la serie son muy lindas.
Tenía rato que no veía las historias de personajes secundarios tan desarrolladas en un corto periodo de tiempo. Y aquí en The Bear se nos muestra un pedacito de la vida de cada persona del restaurante. Sus miedos, inseguridades, dudas, indecisiones hacen el match perfecto para contarte unas historias a través del ojo de cada uno de ellos que te harán sentir empatía con sus vidas.
Esto no sería posible sin la perfecta actuación del elenco. Richard (Ebon Moss Bachrach), Sidney (Ayo Edebiri) y Marcus (L-Boy) se llevaron nuestro corazón en esta segunda temporada. Pero todos, creánme todos están sumamente bien desarrollados.
El presente convive con el pasado por parte de cada uno de los personajes. ¿Cómo olvidar el pasado y seguir adelante? ¿Cómo hacerlo si por donde mires tu vida está llena de mierda? Las relaciones sociales que tiene cada uno de estos integrantes son bastante difíficles y necesitan hacer las paces consigo mismo. Un tema, que en mi opinión se toca y se desarrolla de manera increíble. Cada episodio viene acompañado de un soundtrack bastante atractivo en el que cada rola queda en el momento adecuado.
Todo esto se toca mientras tienen el tiempo encima por abrir el restaurante y que todo salga bien con la gran inauguración. Cosa que no les voy a contar porque esta reseña va ¡Sin Spoilers!
¿Qué pedo con el episodio seis y siete? Obras maestras.
Y es que el episodio seis aparte de ser una pasarela de estrellas en escena (figuras como Jamie lee Curtis y Bob Odenkirk están en este capítulo) es uno de los más tensos que tiene la segunda temporada. Pocas series o películas me han hecho sentir así de incomodo (Marriage Story es una de ellas) en el sentido de que puedes sentir la presión del ambiente y lo cabrón que se ponen a veces las cosas con gente que queremos.
¿Y qué te digo del episodio siete? No me esperaba un cambio tan grande en uno de los personajes más odiados/queridos de la primera temporada. Creo que con estos dos capítulos The Bear se gana el premio a la mejor serie del año. Están tan finamente detallados que disfrutas cada segundo.
Calificación:
⭐⭐⭐⭐⭐
Puntuación: 5 de 5.
La segunda temporada de The Bear es exquisita. Sumamente detallada, dialogos pulidos, escenas de tensión, drama, romance, sentimientos a flor de piel. Christopher Storer la volvió a romper dejándonos con ganas de más. Esperamos que nunca deje de fluir esta gran obra de arte y que la tercera temporada ya esté en puerta aunque no haya noticias de ello.
Nosotros vamos a querer seguir conociendo las historias de The Bear cada año. Let it Rip!