El concierto terminó hace dos horas pero los beats siguen sonando y las luces no dejan de alumbrar las retinas.
El Palacio de los Deportes se convirtió en una gran pista de baile en la que el público se entregó totalmente a Justice, para una visita más a nuestro país este miércoles.
Pasadas las 21:00 horas el Domo de Acero ya lucía repleto con la gente esperando ese momento de transformación en el que la música impregne cada poro. Para muchos que llegábamos del trabajo, nos urgía sacar ese estrés bajo la batuta de Gaspard Augé y Xavier de Rosnay.

Cuando el dúo francés apareció en el escenario, los gritos acompañaron a los brazos en alto para recibir la descarga de emociones. Genesis fue la piezota que abrió el setlist y de ahí no hubo marcha atrás: todo el Palacio fue una fiestota de poco más de hora y media.
We Are Your Friends, Neverender, Stress y Waters of Nazareth fueron de las pistas que más encendieron los ánimos del público, que, por lo visto, ya andaba en el tercer o hasta cuarto piso, pero que por un momento volvía a ser ese adolescente que vibraba al máximo con el juego de luces y visuales.
Cuando las emociones andaban al máximo sonó D.A.N.C.E., una canción que marcó una generación que se dio cita, una vez más, al llamado de misa por la gran cruz que alumbró el escenario.

Finalizado el show Gaspard y Xavier agradecieron al público que se entregó de principio a fin, incluso ambos bajaron a la primera fila para saludar y firmar algunas chamarras y camisetas.
Son ya 15 visitas de Justice a México y al parecer todavía no son suficientes, pues siempre nos dejan con ganas de más.


